La caída de Júpiter
Un día, le llevé a mi hijo una réplica barata del sistema solar. Para instalarlo, tenía que colgar cada planeta del techo. Después de estirarme e inclinarme varias veces, me sentía débil y cansada. Algunas horas después, oí un «plinc» cuando Júpiter se cayó al piso.
Causa verdadera
Un día, mi hijito exclamó: «¡Mamá, te amo!». Sentí curiosidad por saber qué incentiva a un niño de tres años, entonces, le pregunté por qué me amaba. Contestó: «Porque juegas conmigo a los autitos de juguete». Cuando quise saber si había alguna otra razón, dijo: «No. Eso solo». Su respuesta me hizo sonreír, pero también me indujo a pensar en cómo nos relacionamos con Dios. ¿Lo amo y confío en Él por las cosas que hace por mí? ¿Qué pasa cuando desaparecen las bendiciones?
La sabia hormiga
Todos los años hago algo especial para celebrar la llegada de la primavera: compro trampas para hormigas. Estas pequeñas invasoras marchan continuamente a nuestra cocina para buscar cualquier resto de comida que haya quedado en el suelo. No son exigentes; les gusta todo: trocitos de papas fritas, un grano de arroz e incluso una pizca de queso.
¿Quién es éste?
Imagina estar hombro a hombro con los espectadores junto a un camino de tierra. La mujer detrás de ti está de puntillas tratando de ver quién viene. A lo lejos, alcanzas a ver a un hombre montado en un burro. A medida que se acerca, la gente arroja sus mantos sobre el sendero. De pronto, oyes que un árbol se quiebra detrás de ti: un hombre está cortando ramas de palmeras y algunas personas las despliegan delante del animal.
Hablar suave y despacio
John Wayne, un famoso actor norteamericano e ícono cinematográfico, dijo una vez: «Habla suave, habla despacio y no digas demasiado». A mí me cuesta seguir su consejo porque hablo rápido y no siempre lo hago con suavidad ni limito mis palabras. Sin embargo, esta idea de controlar nuestro lenguaje puede ser una herramienta útil cuando se trata del enojo. La Biblia dice que uno debe ser «tardo para hablar» (Santiago 1:19), y que «la blanda respuesta quita la ira» (Proverbios 15:1).
A chorros
Desde afuera, gritos de alegría se filtraban en nuestra casa, y yo quise saber qué era el acontecimiento tan extraordinario que los originaba. Miré a través de las cortinas y vi dos muchachitos que se tiraban agua en medio de un torrente que brotaba de un caño hidrante para apagar incendios.
Ovación en pie
Susan Boyle pasó la mayor parte de su vida viviendo con su gata Pebbles, cuidando a su madre anciana y cantando en la iglesia. Sin duda, no parecía una súper estrella de la música. Quizá por eso, la audiencia se reía de esta sencilla mujer de mediana edad, antes de que cantara en un programa de búsqueda de talentos. Sin inmutarse, Susan enfrentó a la antipática multitud, cantó maravillosamente y, como resultado, recibió una ovación del público en pie.
La parte difícil
No es fácil decirle a alguien que va al infierno. No es fácilconseguir el valor suficiente para decir a una amiga quetiene que confiar en Jesús. No es fácil interrumpir la vida dealguien para decirle a esa persona que es pecadora.
Es un trabajo difícil. Pero si pensamos que testificar es difícildebemos recordar que Jesús no nos pidió que hiciéramos…
El marginado
Tenía la cara sucia y el cabello largo y mugriento. La cerveza le había manchado la ropa y el olor se esparcía por todas partes. Cuando entró en el edificio de la iglesia, los asistentes a la reunión del domingo lo ignoraron. Se quedaron pasmados cuando el hombre se acercó al púlpito, se quitó la peluca y comenzó a predicar. En ese preciso instante, se dieron cuenta de que era el pastor.
Receta para el éxito
Narices fruncidas y caras de asco… A veces, así reacciona mi familia ante la comida que preparo; en especial, cuando estoy probando algo nuevo en la cocina. Hace poco, tuve mucho éxito con una versión exclusiva de fideos con salsa de queso. Anoté los ingredientes y guardé la receta para consultarla en el futuro. Sin esas instrucciones, sabía que la próxima tanda sería un fracaso.